Uñas descoloridas

Las uñas amarillas suelen ser un síntoma de una infección por hongos y pueden afectar a cualquier persona, aunque las personas de la tercera edad y los atletas son los más susceptibles. Hay varios tipos de infecciones micóticas de las uñas, cada una con unos síntomas ligeramente diferentes, y no es inusual tener una combinación de varios hongos diferentes. Las uñas amarillas se suelen asociar con unos hongos llamados dermatofitos, que también tienden a infectar la piel.

A veces, la decoloración se debe a que la uña se separa de su lecho, la llamada onicolisis. El espacio debajo de la uña permite que la suciedad se acumule, causando que la uña luzca de color amarillo, marrón o, a veces un gris-blancuzco. Las uñas descoloridas también pueden ser un signo de psoriasis ungueal.

En casos raros, las uñas amarillas están causadas por un trastorno genético llamado síndrome de las uñas amarillas. Vinculado a la enfermedad respiratoria y linfedema, una enfermedad que causa la retención de agua e hinchazón crónica de las piernas, el síndrome de las uñas amarillas puede hacer que las uñas se vuelvan gruesas y entre amarillas y amarillo verdosas. A veces, las uñas no crecen adecuadamente. Las uñas amarillas también se han asociado con la diabetes, la mala circulación y un sistema inmunológico debilitado.

Las uñas blancas pueden estar causadas ​​por la onicomicosis superficial blanca, un extraño tipo de infección por hongos que afecta generalmente a las uñas de los pies. Estos hongos colonizan la superficie de la placa de la uña, donde crean parches blanquecinos granulados que crecen y, finalmente, cubren toda la uña. La infección también hace que la uña se vuelva áspera y quebradiza. La onicomicosis endonyx, otra forma de hongos en las uñas, puede producir una decoloración de color blanco lechoso y, en ocasiones, la onicolisis causará parches blanquecinos donde la uña se ha soltado de su lecho.

Las uñas negras de los pies están causadas ​​generalmente por un traumatismo provocado por una lesión o por el uso frecuente de calzado ajustado o que no se adapte bien al pie. Si se producen accidentes como tropezar o pillarse un dedo del pie, puede ocurrir que la sangre se acumule debajo de la uña, dándole un aspecto negro, púrpura, rojo o marrón. Esto a veces se llama hematoma subungueal y puede ser muy doloroso debido a la presión que se acumula debajo de la uña. Las uñas negras suelen ir acompañadas de hinchazón y olor desagradable, y suelen caerse al cabo de dos días después de haberse producido el traumatismo. Caminar descalzo y participar en deportes aumenta el riesgo de sufrir un traumatismo accidental en las uñas de los pies.

Las uñas negras descoloridas también pueden ser el resultado de una infección fúngica.

Las uñas verdes generalmente están causadas por un tipo de bacteria llamada pseudomonas, que infecta la uña. Estas infecciones afectan principalmente a personas cuyo sistema inmune ya está debilitado, especialmente a aquellas que están hospitalizadas durante largos períodos de tiempo.

Las infecciones por hongos a veces producen una decoloración amarillo-verdosa.